Para ciertas madres gestantes continuar cargando a otros pequeños en un portabebés les resulta más cómodo que hacerlo con sus propias manos y adaptan el portabebés de su preferencia a los cambios y necesidades que experimentan durante el embarazo, eligiendo entre varias opciones. La edad y carácter del niño juega un papel importante: al existir una barriga de por medio, no es igual la forma de llevar a un bebé que se mueve a la de un pequeño que quiere subir y bajar del portabebés.

Antes de portear
Así, ven viable utilizar portabebés durante un embarazo que transcurre normalmente, consultando con un experto profesional de la salud durante todo el proceso sobre su uso conveniente y seguro, y sobre la viabilidad de cargar ciertos pesos. Antes de portear al bebé, la mujer embarazada debe velar por su bienestar y por el del bebé en camino.
No es conveniente usar portabebés ni cargar peso de ninguna manera en los siguientes casos:
- Contracciones.
- Presión arterial alta.
- Cerclajes.
- Amenaza de parto antes de tiempo
- Necesidad de reposo.
- Alguna condición agravada por el embarazo.
- Falta de aliento.
- Hinchazón.
- Cansancio.
- Dolor de espalda.
- Otras indicadas por un profesional de la salud de confianza.
Equilibrio
El centro de gravedad cambia durante el embarazo y desde luego el cuerpo también. Por ello, intentar prestar más atención a las posturas es muy importante en esta etapa de la vida. Además durante el embarazo el cuerpo segrega relaxina, una hormona encargada de ablandar los ligamentos para que la pelvis materna pueda abrirse en el momento del parto. Por estas dos cosas puede haber una mayor propensión a caídas y es necesario portear con prudencia.
Dependiendo de la forma del cuerpo de la madre y de la forma del bebé dentro del portabebés, podría ser necesario hacer más o menos ajustes a la rutina tradicional de porteo del bebé. Llevar a la cadera a un bebé podría impedir el equilibrio entre el peso que se lleva al frente y el del bebé que está en la cadera. En todo caso es importante cambiar de lado con frecuencia. O las postura de porteo delante pueden ser cómodas mientras se está sentada, pero incómodas si se está caminando. Si se logra mantener una buena higiene postural, con el cuerpo erguido, estando embarazada y porteando a otro bebé, la posición resulta correcta.

Los cambios en el cuerpo
El crecimiento de la barriga y la relaxina no es lo único que cambian en el embarazo. Veamos otros cambios del cuerpo que pueden afectar al porteo.
En el primer trimestre la barriga es apenas perceptible, pero está ahí.
Aunque aún no hay un gran peso extra y pareciera que no está
«pasando nada», el cuerpo de la madre está realizando un trabajo intenso. Puede haber mucha somnolencia. En el caso de muchas mujeres por otro lado, la presencia de ciertas hormonas se traducen, en náuseas y vómitos que pueden ir más allá del primer trimestre. En ambos eventos, portear puede resultar desaconsejable y hay que ser conscientes de la situación.
Si no se puede portear, se puede ofrecer contacto al bebé de diferentes maneras: sentando al pequeño en el regazo, mediante masajes, durmiendo juntos . . .
El segundo trimestre suele ser el más cómodo y pletórico del embarazo. Aún la barriga no es lo suficientemente grande como para estar incomodando de algún modo y las molestias del primer trimestre, que en la mayoría de los casos, cesaron. En estos meses, y siempre generalizando, se puede portear sin mayor problema (teniendo en consideración las recomendaciones que daremos un poco más adelante).
En el tercer trimestre el vientre creciente empieza a hacer su efecto: el suelo pélvico, los abdominales o algún otro grupo muscular pueden estar sobrecargados, la capacidad pulmonar se ve comprometida (cuesta respirar), aparecen molestias digestivas como el estreñimiento o la acidez . . . El pecho también crece, y es mejor no comprimirlo al portear.
Esto es de especial importancia en mujeres que estando embarazadas todavía continúan amamantando. Apretar el pecho más de la cuenta puede bloquear los conductos o causar que se obstruyan o se infecten (mastitis).
Además, aunque ninguna de estas situaciones afecten o impidan portear, en ocasiones es el volumen de la barriga lo que nos lo dificulta: la movilidad no se da tan fácilmente y el cuerpo disponible para portear no es el mismo. Así, de nuevo, es importante recordar que hay otras maneras de dar contacto y que hay que cuidar ese cuerpo que aún tiene un parto y un puerpeno que pasar.

El esfuerzo
Hay madres que encuentran el uso de portabebés como una herramienta fácil para realizar sus quehaceres con las manos libres manteniendo la proximidad con el pequeño que lo necesita. Tanto durante el embarazo, como en cualquier momento, no es aconsejable esforzarse demasiado ni sentir incomodidad mientras se lleva al bebé. Portear no debería molestar. Otros cuidadores pueden portear si el bebé necesita ser llevado.
Los portabebés durante el embarazo
El portabebés que se use debe ser de buena calidad y la manera en que se coloque permitir que la barriga quede libre, sin importar mucho si se trata de una posición de porteo a la cadera, atrás o delante. Es posible que el cargador, hasta entonces, preferido, ya no resulte tan confortable.
Algunas madres prefieren las posiciones en la espalda porque su campo visual permanece despejado y el centro de gravedad está así menos alterado. Otro factor es el de la simetría en la colocación de portabebés que distribuyen todo el peso del bebé en su espalda, percibiendo una sensación cómoda. Es importante evitar que el peso del bebé recaiga en la barriga.
Durante el primer trimestre y mientras resulte cómodo se puede portear con normalidad, delante incluso, con los anudados y portabebés que se acostumbren.
Conforme crece la barriga, el porteo a la cadera y portear a la espalda resulta más cómodo. El porteo asimétrico a la cadera resulta cómodo en momentos puntuales, sube y baja, colocando la pierna del pequeño por encima de la barriga. Además, si se amamanta, resulta así sencillo ofrecer el pecho sin cambiar la posición o ajuste.
Portear a la espalda tiene muchas ventajas. El peso del niño a la espalda compensa el peso de la barriga, por lo que puede resultar sorprendentemente cómodo.
Con fulares de porteo se pueden realizar acabados altos que liberen el abdomen, cuidando aquellos que cierran el pecho ya que pueden complicar la insuficiencia respiratoria propia del final del embarazo por el tamaño de la barriga. Los portabebés de inspiración asiática mei tais, pueden utilizarse sin cinturón, de modo que dejan el abdomen totalmente libre. También las mochilas portabebés pueden
usarse, en este caso colocando del cinturón por debajo del vientre (colocarlo por encima añade más peso al suelo pélvico del que carga, mientras que por debajo descarga sobre las caderas y las piernas).

Recomendación
Al igual que no resulta recomendable empezar un programa de ejercicios en el embarazo si no se ha hecho previamente, tampoco lo es entrar en el mundo de los portabebés por primera vez en el embarazo. El cuerpo puede sentir una presión adicional, a diferencia de si los ajustes han sido realizados gradualmente.
Vigilar el comportamiento del cuerpo mientras se lleva al bebé, por ejemplo las rodillas y la resistencia que se experimenta al llevar peso adicional.
- Evitar actividades que le añadan estrés al cuerpo.
- Suspender el uso del portabebés al notar fatiga muscular, dolor o falta de alf e.
- Realizar descansos frecuentes.
- Evitar nudos o terminaciones o portabebés que presionen el abdomen y los pechos.
Seguridad
Aun cuando es posible el porteo durante el embarazo, no quiere decir que se tenga que hacer o que sea recomendado para todas. Hay que hacer lo que sea confortable y seguir las indicaciones de los profesionales que acompañen el embarazo, quienes conocen las circunstancias particulares de cada futura madre.
Las embarazadas encuentran que de todas maneras siguen alzando a sus bebés grandes en el día a día y que los portabebés vuelven el trabajo más cómodo.
No todas las mujeres somos iguales, tampoco los embarazos
El mejor portabebés para el embarazo es aquel que responde a las necesidades puntuales de la futura madre y del bebé que se va a llevar, por ejemplo, cuándo y de qué forma quiere ser llevado, los puntos que se consideran fuertes y cómodos en el propio cuerpo y las posiciones y portabebés que mejor bienestar otorguen. La fuerza se puede medir por ejemplo en la capacidad de alzarlo y situarlo en el portabebé de determinada manera.
Seguramente serán cambiantes en tanto cambie el volumen del vientre. Hay que pensar también en los momentos en que se alza al bebé sin ningún elemento de porteo, si éstos son precisos o puntuales.
Hay muchas fuentes que ofrecen consejos sobre cómo portear a tu bebé de manera segura
Entre ellas, destacan los libros sobre crianza, los blogs de maternidad y los videos instructivos. Estos recursos te enseñarán a ajustar correctamente el portabebés y a asegurarte de que tu bebé esté en una posición segura y cómoda. La educación continua y la práctica son claves para convertirte en un experto en porteo.

¿Dolor de espalda cuando porteas a tu bebé?

¿Que material elegir para el fular de porteo?

Parámetros de calidad y comodidad al elegir tu portabebés

Consejos para el porteo en verano de tu bebé. ¿Que portabebés utilizar?

A mi bebé no le gusta el porteo: Qué hacer cuando tu bebé no quiere ser porteado

Recomendaciones para el lavado del portabebés

Porteo y viajar: Recomendaciones para un viaje con tu bebé
