Portear a la espalda es una práctica beneficiosa y práctica que, cuando se realiza correctamente, fortalece el vínculo entre el bebé y el cuidador, además de promover el bienestar físico y emocional de ambos.
Para el cuidador, el porteo a la espalda permite mayor libertad de movimiento y facilita la realización de tareas diarias con ambas manos libres.
Sin embargo, es fundamental asegurarse de utilizar un portabebés ergonómico y seguro, y seguir las recomendaciones sobre técnicas adecuadas de colocación para garantizar la seguridad y comodidad del bebé.
Vamos a ver con un poco mas de detalle todos estos puntos para que el porteo a la espalda de nuestros bebés no nos asuste demasiado y podamos hacerlo de una forma segura disfrutando tanto los padres como los bebés de un paseo mutuo.
¿Cuales son los beneficios de portear en la espalda?
Llevar a un bebé en la espalda permite una buena circulación de aire en la parte del torso y resulta cómodo e ideal para largas caminatas, en especial con bebés pesados. El cuerpo se encuentra más preparado para cargar peso detrás que delante y, para comprobarlo, basta imaginar a los mochileros que llevan pesadas cargas, que siempre se ven caminando con el bulto cargado en la espalda. Y la razón es sencilla: la espalda permite cargar peso cómodamente.
Además resulta útil en el porteo bebe, porque despeja la parte delantera para realizar actividades o atender y jugar con otros pequeños, liberando toda la zona de acción de los brazos y el campo visual, por lo que es cómodo, es práctico y seguro.
Además de estas razones, los beneficios del porteo a la espalda al bebé por parte del adulto son muchos. Como he comentado, portear a la espalda nos da mucha libertad para hacer cosas, para tener más espacio delante. Por ejemplo, podemos cocinar o realizar otras tareas con más comodidad. Al bebé también le gusta ir en la espalda, ya que puede ver más cosas y experimentar más del mundo que le rodea.

Portear a la espalda requiere experiencia
.Llevar al bebé en la espalda con un portabebés, en sus variados estilos y formas, requiere de cierta habilidad y experiencia, de manera que antes de intentar realizarlo es conveniente dominar primero las posturas delanteras, conocer la mecánica de la acomodación y sujeción de las otras posiciones en que se puede llevar al bebé, e informarse sobre su uso seguro.
La experiencia con el porteo a la espalda brinda confianza. Y por lo general las posturas en la espalda, en especial si se trata de fulares rígidos, suelen estar precedidas de la práctica. Al principio se puede intentar en superficies bajas y suaves, desde asientos o teniendo la cama detrás, hasta que se obtenga la sensación de seguridad.
Recomendamos empezar a practicar con un muñeco o un bulto, antes de hacerlo con el bebé.
Como hemos reiterado, un porteador experimentado siempre se asegurará de que las vías respiratorias del niño estén libres y que el cuerpo del bebé esté bien situado, ajustando o empezando de nuevo en caso de perderse esa sensación de seguridad.
A partir de qué edad del bebé es recomendable portear a la espalda
Como en materia de porteo todo es cambiante y no existen opiniones uniformes, así como se discute sobre la conveniencia o inconveniencia de llevar a la cadera a un bebé antes de que haya desarrollado un buen control de su cabeza, se siente por sí solo y tenga un buen control de su cuerpo y un buen tono muscular; también hay opiniones diversas sobre en qué momento estará listo para ser llevado en la espalda dentro de un portabebés.
Algunos dicen que, al estar el bebé situado en la espalda, si no domina con facilidad sus movimientos, no resulta tan fácil para quien portea controlar que no adopte una posición que obstruya sus vías respiratorias, lo que sucede cuando el mentón del bebé descansa inclinado hacia su propio pecho. Y también que es muy difícil portear a un bebé cuyo tamaño tan pequeño impide que los brazos lleguen a donde deberían para darles sostén mientras se van haciendo los ajustes correspondientes.
Por el contrario, quienes defienden el porteo a la espalda desde cualquier momento, consideran que un bebé que no domina sus músculos no se mueve tanto como lo hará más adelante, lo cual contribuye a posicionarlo y a manejarlo en la espalda de modo más fácil.
Algunas consideraciones según el desarrollo del bebé
Portear a la espalda por primera vez cuando llega el momento de gatear o andar puede también constituir todo un reto, porque probablemente el bebé ha descubierto que se puede desplazar de una nueva manera mucho más interesante y no sólo se
moverá en el suelo como hasta entonces sino que podrá alcanzar objetos, levantarse y demás.
Y lo pueden vencer las ganas de conocer el mundo, lo que posiblemente hará que intente bajarse para seguir con su trabajo de explorar, resultando dificultoso o inseguro.
Empezar a portear en la espalda a un niño a quien se le puede pedir su colaboración y explicarle lo que se está haciendo y lo que va a durar, o decirle que espere un poco o que se pegue más al cuerpo puede no representar tantos retos como en las fases anteriores. Sin embargo, es necesario tener en cuenta que físicamente puede costarle más al usuario, ya que el porteo a la espalda involucra mucha participación de la zona abdominal y es más fácil empezar a entrenar dicha zona con un peso que va subiendo paulatinamente.

Cómo empezar a portear a la espalda
Independientemente del portabebés que se use para empezar a portear a la espalda, hay unos puntos a seguir que facilitarán el proceso:
- Practicar en primer lugar con un muñeco. No tiene que ser un muñeco de porteo o con forma de bebé, simplemente se necesita un “bulto” para ir practicando el recorrido del nudo, de modo que al empezar con el bebé no surja la duda en mitad del nudo sobre si esa tira va por arriba o por abajo.
- Elegir un momento en el que se tenga tiempo y ambos estén tranquilos. Portear a la espalda no suele ser cosa de un día, ni de dos. Puede constituir una forma de vida porque muchos aprovechan este instrumento por largo tiempo. Siempre existe un momento para todo y también para empezar a portear a la espalda. Encontrarlo puede ayudar mucho a que la experiencia de portear por primera vez a la espalda resulte muy positiva.
- Buen ajuste. Mientras el portabebés no esté completamente puesto, es el usuario quien debe mantener al bebé en la espalda, con un buen sostén y la tensión adecuada.
- En el momento de practicar esta posición es útil inclinarse ligeramente hacia adelante, sólo un poco. Así el bebé no tendrá la necesidad de separarse para mantenerse erguido. La justa medida es poder mirar hacia delante sin tener que levantar la barbilla. Sin embargo, no es necesario doblar totalmente la espalda en este proceso, porque al erguirse esa curvatura desaparece perdiendo ajuste. En otras palabras, la inclinación debe hacerse con la espalda derecha.
- Asegurar al bebé. Una posición de seguridad en el porteo a la espalda consiste en mantener al bebé sentado en el antebrazo del usuario y con la mano sosteniendo el muslo más alejado (posición de seguridad). De esta manera se evita que la “posición ranita” se pierda y/o que el portabebés se desajuste durante el proceso.
- Utilizar elementos que aportan más seguridad. Si no se tiene mucha experiencia en portear a la espalda, existen elementos que hacen más seguro formar el nudo, como un sillón o cama detrás, también espejos, y no está de más pedir ayuda sin siquiera tener que sostener al bebé o poner el portabebés,¡seguramente muy pronto será la experiencia la que haga al maestro.
Tipos de portabebés para llevar en la espalda
Existen varios tipos de portabebés diseñados específicamente para portear a la espalda. Algunas opciones populares incluyen:
- Mochilas portabebés: Estas ofrecen soporte estructurado y son ideales para caminatas largas o actividades al aire libre.
- Fulares portabebés tejidos: Brindan una sensación de cercanía y son altamente ajustables para adaptarse a diferentes tamaños de bebé y portador.
- Bandoleras de anillas: Son versátiles y fáciles de ajustar, lo que las hace ideales para portear a bebés más grandes.
- Mochilas ergonómicas: Ofrecen un equilibrio entre comodidad y ergonomía para el bebé y el portador.
Recomendaciones para portear en la espalda
Ante la decisión de llevar a un bebé que todavía no se sienta por sí solo y portear a la espalda sin ayuda, si se trata de un bebé que cumple estas características pero está dormido, o si sufre de alguna condición que amerite una vigilancia permanente, hay otros modos de portear a la espalda de manera segura. No sobra decir que se requiere habilidad y experiencia para hacerlo.
Lo facilita la utilización de portabebés que permitan sostener todo el cuerpo del bebé durante el proceso, independientemente de lo pequeño que sea, como los fulares portabebés. También explorar sensaciones corporales para comprobar el bienestar del bebé es muy útil, como tocar al pequeño con frecuencia comprobando su respiración, notar el movimiento de su tórax y tener contacto con sus vías respiratorias para sentir su respiración.
Para quienes no tienen limitaciones visuales, los espejos (como los que se usan en la bolsa de cosméticos o si se adquiere un espejo convexo con clips especiales que se aseguran al portabebés) o cualquier otro medio de reflejo, incluso una ventana, permiten ver el cuerpo para comprobar el bienestar, la posición del bebé y sus vías respiratorias, de manera que constituyen herramientas útiles que brindan seguridad y tranquilidad.

Consejos adicionales para porteo a la espalda
Además de los pasos básicos, aquí tienes algunos consejos adicionales para mejorar tu experiencia de porteo en la espalda:
Practica en casa: Antes de aventurarte en excursiones largas, practica portear a tu bebé en la espalda en casa para familiarizarte con el proceso.
Mantén la calma: Portear a tu bebé en la espalda puede parecer intimidante al principio, pero mantén la calma y tómate tu tiempo para ajustar el portabebé correctamente.
Escucha a tu bebé: Observa las señales de tu bebé y responde a sus necesidades. Siempre verifica su comodidad y asegúrate de que esté bien ventilado.
Busca ayuda si es necesario: Si tienes dudas sobre cómo portear a la espalda a tu bebé, no dudes en buscar la ayuda de un profesional o un grupo de apoyo de porteo.
Uso de fulares elásticos para portear a la espalda
Con respecto a llevar al bebé en la espalda con un fular de porteo elástico, también encontramos opiniones divididas. Quienes están de acuerdo con llevar a un bebé pequeño a la espalda con un fular elástico, señalan que sus movimientos no son tan contundentes, ni el bebé tan pesado como para alterar con su cuerpo la sujeción que brinda el portabebés, siempre y cuando se utilice con un buen soporte en la cabeza.
Y cuando se trata de bebés grandes, un fular elástico, con el ajuste apropiado y nudos de varias capas, no se estira tanto como para permitir que un bebé mayor se caiga si está acostumbrado a ser llevado en un portabebés, porque es poco probable que intente moverse para salirse.
Por supuesto, nos estamos refiriendo al uso de portabebés elásticos de calidad para portear la espalda, que cumplan con las homologaciones pertinentes y la normativa americana o europea, no a elásticos “artesanales” de dudosa calidad.
Los detractores de su uso se decantan más por utilizar fulares semielásticos y rígidos para llevar al bebé en la espalda, porque prefieren portabebés que brinden mayor sujeción, y no se sienten a gusto con el efecto rebote que puede ocasionarse con un bebé grande, que lograría ser controlado de mejor manera si está en una posición adelante.
Por otra parte sostienen que hay fulares que resultan muy angostos y no permiten abarcar todo el cuerpo del bebé, o que vienen confeccionados sin costuras o a lo sumo tienen sólo un ribete (no vienen con dobladillos en hilos fuertes pero elásticos que le otorgan mayor sujeción). Y se pueden enrollar por los bordes, doblándose ocasionando que si el bebé se inclina hacia atrás, el fular se puede plegar sobre sí y el cuerpo del bebé quedar por fuera de fular.
Recomendación para usar fulares elásticos para portear a la espalda
El grado de elasticidad que tenga el fular influirá en la viabilidad de las posturas a utilizar y es beneficioso utilizar a la espalda portabebés que brinden un suficiente soporte, como lo hacen los fulares tejidos correctamente colocados, cuando se trata de bebés que suelen moverse bastante. Esto genera un desafío para realizar y mantener con la sujeción apropiada los anudados en la espalda.
Y es que no todos los fulares elásticos, o semielásticos, son iguales. Como ya lo habíamos explicado, es importante saber que existen fulares con diferentes calidades. Los que son muy finos o con porcentajes altos de elastano o lycra (o similar), podrían estirarse más de la cuenta con el peso del pequeño y atentar contra su seguridad, aunque el ajuste sea el óptimo.
Teniendo en cuenta lo anterior, muchos fulares elásticos son recomendados hasta aproximadamente los nueve kilos de peso del bebé (no obstante la sugerencia del peso máximo la indican los fabricantes) y por ende podrían no otorgar el soporte adecuado para portear al bebé en la espalda cuando superan dicho peso, aunque el buen ajuste o la cantidad de capas que se añadan al anudado puedan influir en una mayor la sujeción.
Es así como la importancia de conocer las calidades del fular y su grado de elasticidad salta a la luz, porque algunos fulares elásticos sólo poseen un nivel de elasticidad en sentido horizontal o vertical, mientras que otros también lo tienen en sentido diagonal, siendo esta combinación la más apropiada para llevar a la espalda a bebés pesados.
Estas son las consideraciones que se discuten hacia la preferencia de algunos por usar un fular elástico a la espalda, y la de otros por llevar al bebé con uno semielástico o rígido. Lo importante es tener en cuenta la habilidad para practicar nudos a la espalda con fulares elásticos, la calidad del fular y el tipo de bebé que se está porteando.
Dudas habituales y preguntas frecuentes al empezar a portar a la espalda
¿Llevar al bebé en la espalda es seguro?
Al prestar atención a las sensaciones del cuerpo y partiendo de una buena posición inicial y una buena tensión en el portabebés, el bebé estará seguro si se verifica en todo momento su bienestar. Es posible notar la sensación de que el bebé “pesa más” cuando se va quedando dormido, cuando es más fácil identificar el momento en que es necesario sostener su cabeza, por ejemplo. Y al revés: cuando empieza a despertarse, es posible notar cierta activación en su cuerpo. En cualquier caso, quien portea debe sentirse seguro y, en caso de que no, siempre se puede intentar en otro momento.
¿Le gustará al bebé ir en la espalda?
El bebé puede ir gustoso en la espalda dependiendo de él, y del momento que vive. Si el bebé es de aquellos que adoran tener el pecho accesible, mientras no haya mucho espacio entre tomas posiblemente no querrá ir en la espalda por ejemplo (o no merezca la pena hacerlo).
La observación es determinante, porque es posible identificar si el portear a la espalda no resulta la opción preferida del bebé y tal vez necesite adaptarse si el porteador es quien necesita o desea portear por detrás.
Como con todo lo nuevo, las primeras veces que se use el portabebés en la espalda pueden resultar extrañas al bebé, y si la postura va acompañada de inseguridad, tensión en quien lo lleva, el bebé posiblemente lo notará. En ese caso moverse y salir a caminar puede ser un buen inicio porque calma y distrae, ¡a ambos!
¿Con qué portabebés empezar a portear a la espalda?
No hay un portabebés mejor que otro para ninguna situación. Todo depende de las necesidades, de quien portea, de las del bebé y, en definitiva, de lo que mejor funcione a ambos. Así, lo ideal sería empezar a portear a la espalda con el portabebés que mejor se maneje cuando se usa con el bebé adelante. Tener un buen manejo del mismo permite concentrarse solo en las cosas que se están haciendo por primera vez, como llevar al bebé en la espalda o darle buen sostén mientras se coloca. Para quienes se plantean empezar a portear directamente a la espalda (por ejemplo con un bebé grande en una excursión a un lugar donde el carrito no es una opción), es buena idea comprarlo previamente para practicar primero con el porteo delantero y luego empezar a portear a la espalda. En ese caso, y siempre partiendo de que hablamos de un bebé grande y sin tener en cuenta otras particularidades, la opción que puede resultar más sencilla es la mochila, tanto para manejarla con el bebé adelante como para empezar a portear a la espalda.
Conclusiones sobre portear a la espalda de tu bebé
El porteo a la espalda de tu bebé presenta múltiples beneficios tanto para el bebé como para el cuidador. Facilita una distribución más equilibrada del peso, reduciendo la tensión en la espalda y los hombros del portador, lo que permite llevar al bebé durante períodos más prolongados sin incomodidad significativa. Además, esta posición favorece la exploración visual del entorno por parte del bebé, estimulando su desarrollo cognitivo y sensorial.

Asimismo, permite al cuidador mantener una postura ergonómica y tener mayor libertad de movimiento, lo cual es ideal para realizar múltiples tareas cotidianas. Para garantizar una experiencia positiva al hora de portear a la espalda, es crucial seleccionar un portabebés adecuado y seguir las instrucciones de uso recomendadas, asegurando que el bebé esté bien sujeto y cómodo. En definitiva, el portear a la espalda es una herramienta valiosa que apoya tanto el desarrollo integral del bebé como la practicidad y el bienestar del cuidador.
Si quieres saber más sobre el porteo a la cadera puedes visitar otras webs como el último koala.
¡Y ahí lo tienes, queridos padres y madres! Con esta guía completa, estás listo para aventurarte en el mundo del porteo de bebés a la espalda con confianza y seguridad. ¡Que empiece la aventura!
Instrucciones y consejos sobre las posiciones de porteo
En nuestro sitio web, encontrarás todo lo que necesitas saber sobre las diversas posturas para portear a tu bebé. Te proporcionamos instrucciones claras sobre cómo portear hacia delante y analizamos hasta si es recomendable que el bebé mire hacia el mundo. Nuestra información, fundamentada en estudios y en la experiencia de profesionales del cuidado infantil, te ayudará a tomar decisiones informadas, garantizando así la comodidad y seguridad tanto tuya como de tu bebé en cada posición de porteo.

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