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Portear hacia adelante ¿Es recomendable llevar el bebé mirando al mundo?

La posición de portear hacia adelante o de cara al mundo, es decir, el bebé situado dentro del portabebés con su espalda tocando el cuerpo de quien lo lleva y mirando hacia fuera, es objeto permanente de debates.

Si bien se pueden encontrar en el mercado y en la publicidad algunas imágenes de bebés que son llevados mirando al mundo, así como empresas que desarrollan tecnología o formas de confección que se adecúan a la estructura del cuerpo en evolución de un bebé, para que el bebé quede mirando al mundo bajo principios de ergonomía, se cuestiona seriamente si esta manera de cargarlos es correcta, o si por el contrario se pierden las ventajas ergonómicas que brinda la posición mirando hacia el cuidador.

portear hacia adelante
Indice

¿Es adecuado o no, el portear hacia adelante?

Actualmente no hay certeza científica que indique que la posición de cara al mundo sea inadecuada para llevar a un bebé. Por ende, el usuario y el bebé son quienes pueden establecer la medida de lo que es conveniente o no en la vivencia misma del porteo.

Para ampliar el panorama, a continuación expondremos algunos argumentos:

  • La posición fisiológica del bebé no se cuida con la misma integridad que cuando el bebé va orientado hacia el porteador.
  • Cuando los bebés nacen, sus caderas no se hallan completamente osificadas y los bordes exteriores de las articulaciones son blandas y cartilaginosas. Después del nacimiento, pasan unos meses antes de que las articulaciones de las caderas se estiren de modo natural. Hasta que sus caderas se extienden por su cuenta, es importante que se las apoye respetando la posición de flexión propia de las piernas, su posición fetal, la cual apoyará la curvatura natural propia de la columna del bebé durante sus primeros meses (cuando un bebé nace, su columna se encuentra curva en forma de “C“ y a medida que crece y se vuelve más fuerte, su columna se desarrolla y toma la forma de una “S“).
  • Los detractores de esta posición de portear hacia adelante señalan que colocar al bebé de cara al mundo en algunos portabebés puede forzar las piernas del bebé para que cuelguen estiradas y sin ningún tipo de flexión y extender las articulaciones de la cadera antes de tiempo. La solución que dan quienes están a favor de esta postura, en todo caso, es que el portabebés debe permitir al niño ir sentado con las piernas sostenidas, como si estuviera en cuclillas.
  • La columna del bebé queda recta y sin la curvatura propia de su cuerpo.

¿Que pasa cuando el bebé se portea mirando hacia adelante de cara al mundo?

Cuando se portea al bebé mirando hacia el mundo o al portear hacia adelante con las piernas colgando estiradas, la posición en que queda el torso del bebé hace que la pequeña columna que está en crecimiento, y que por naturaleza es curva durante los primeros meses, quede comprimida contra el pecho del cuidador en una posición contraria a la natural, que se logra ayudada por la flexión de las piernas del bebé.

Dentro de un portabebés ergonómico, las rodillas del bebé deben permanecer más altas que las nalgas. Para ello se requiere, en primer término, que sus piernas tengan un apoyo y que la bolsa de tela que da asiento a las nalgas del bebé quede bien formada. Esto sólo es posible si la tela cubre toda la parte posterior del muslo en la parte posterior de la rodilla para posibilitar una posición ergonómica que ofrezca soporte en sus nalgas y piernas y no quedar colgado sin una buena contención.

Cuando el bebé está mirando hacia adelante con las piernas suspendidas sin apoyo, no solo sus piernas quedan colgando; su columna vertebral y su pelvis quedan sin soporte porque no hay ningún asiento para que el bebé se apoye. Esta posición hace que el bebé quede en una posición inestable, lo que le genera una tensión innecesaria porque la columna no tiene un correcto soporte y queda comprimida, afectando también a los músculos abdominales. También ocasiona que la pelvis pierda su posición natural (retroversión) por lo que el bebé tiene que soportar su propio peso, en lugar de hacerlo el portabebés, y su columna tiene que absorber el esfuerzo de cada movimiento de quien lo lleva.

Tensión al portear hacia adelante

Esta tensión podría aumentar por efecto de las franjas del portabebés que pasan por encima de los hombros, y hacerlo empujar hacia atrás y retraer la espalda, forzando también una postura que no es curva, a pesar de los esfuerzos de quien lo lleva de colocar hacia adelante sus dedos índices a modo de sostén para que el bebé pueda agarrarse y estabilizarse o de sujetar las piernas del bebé levantándose hacia adelante para lograr más ergonomía. Así, sin asiento ni nada para agarrarse adelante de él, es difícil para el bebé no arquear la espalda con el peso de su propio cuerpo.

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La cabeza queda suelta al portear hacia adelante

Algunos opinan que en esta posición el bebé que no sostiene su cabeza por sí solo no tiene un adecuado control de la misma o que, si ya lo hace pero se queda dormido, podría haber un impedimento en el paso de aire si no es colocado en ese momento mirando al cuidador, lo que ocurre cuando los bebés no tienen ningún control del cuello y la barbilla cae hacia el pecho.

Quienes apoyan que el bebé vaya de cara al mundo sostienen que la cabeza del bebé puede estar bien sostenida, y que para el momento en que es posible ser llevado sin peligro, es decir, después de los seis meses, el riesgo de una obstrucción se minimiza, pudiéndose también recolocar al bebé en caso de que se quede dormido.

Sufre la entrepierna del bebé

Otros temen que con la posición al frente, la entrepierna del bebé, cuyas piernas quedan colgando sin ningún soporte, pueda ser arrastrada hacia arriba por la tela del portabebés generando molestias en la zona interior de los muslos del bebé porque efectúa una presión indebida.

Es como si el bebé estuviera suspendido de las partes más sensibles de su cuerpo, y si se trata de un varón, la sensibilidad puede ser aún mayor por la presión en sus testículos.

Quienes favorecen esta postura sostienen que las piernas del bebé no tienen por qué permanecer estiradas si quien portea mantiene la posición ranita, habiendo ya en el mercado portabebés que permiten que las rodillas del bebé vayan más altas que las nalgas, con la suficiente flexión y abducción como para que la posición sea ergonómica.

Portear hacia adelante no favorece la termorregulación

Los que critican llevar al bebé hacia afuera dicen que cuando el bebé permanece acurrucado en el pecho se conserva el calor de un modo más eficiente a que si el bebé está mirando hacia afuera con el pecho al descubierto, con un cobijo distinto al pecho de su cuidador. Esto es porque la piel del recién nacido en la espalda tiene una capa grasa más uniforme y es capaz de una termorregulación más eficaz que la piel del torso.

Opiniones en contrario consideran que el bebé no tiene por qué estar mirando hacia afuera todo el tiempo y que, en caso de necesitarlo, siempre puede volver al contacto frontal directo.

Estímulos al portear hacia adelante

A un bebé suele gustarle observar lo que sucede a su alrededor.

Pero no todo el tiempo, a veces puede ser demasiado. Quienes se oponen a esta posición señalan que el bebé puede estar expuesto a demasiados estímulos, siéndole imposible girarse de forma independiente si así lo quisiera, situación que podría controlar por sí mismo en otra posición si se cansa o cesa su fascinación por lo que sucede en determinado momento.

Algunos bebés se ponen irritables a cierta hora, frecuentemente cuando cae la tarde, de manera que un pequeño expuesto a demasiados estímulos puede estar particularmente irritable en dicha hora. En otra posición el bebé puede estar de cara a su cuidador y seguir experimentando en el mundo que le rodea, a su ritmo.

En todo caso, si se nota que el bebé está inquieto o quejoso, sólo hay que volver a colocarlo en la posición mirando hacia el cuidador o probar otras posiciones como la espalda o la cadera. Es necesario mostrarse alerta a los signos de que el bebé está siendo hipnotizado o absorbido por el entorno sin posibilidad de abstraerse, ya que podría necesitar controlar constantemente la situación, en lugar de desconectarse y buscar la seguridad del abrazo de su cuidador. Los bebés responden mejor cuando pueden ver a su cuidador y los padres pueden observar mejor las señales del bebé cuando pueden ver la cara de su pequeño.

portear al bebé mirando hacia adelante

Comodidad al portear hacia adelante

Los detractores de esta posición sostienen que es mucho más pesado llevar algo que sobresale y que se separa del cuerpo que algo que algo que se abraza al cuerpo. Cargar peso en esas condiciones puede obligar al usuario a corregir forzosamente la postura y empujar sus caderas hacia adelante al caminar, inclinando la pelvis (lo que puede añadir presión sobre el suelo pélvico). También a arquear la espalda hacia atrás para compensar el desbalance (lo que ocasiona dolor en la espalda inferior) y a distribuir el

peso en sus hombros (lo cual puede aumentar la tensión en la espalda media y causar dolor). Además cambia el centro de gravedad, pudiendo generar molestias en toda la espalda, los hombros y las caderas, una mala postura y la sensación de más peso, lo que vuelve más difícil el porteo. Si el bebé es porteado mirando hacia afuera, la espalda del porteador se ve sometida a tensiones adicionales, ya que siempre resulta más complicado llevar una carga que tira hacia afuera que otra que reposa sobre el propio cuerpo.

Quienes están a favor de esta postura consideran que la posición frontal es efectiva por períodos muy cortos de tiempo y que pueden volver al porteo a la cadera o a la espalda siempre que sientan que la zona lumbar se resiente.

Comunicación y percepción

Se critica la posición de cara al mundo o el hecho de portear hacia adelante por la falta de contacto visual entre el bebé y el cuidador porque puede interferir con la habilidad del cuidador para responder y comunicarse con el bebé, y con la posibilidad de comprobar su bienestar, su respiración, detectar sus eructos o reflujo, conocer sus necesidades.

El bebé no puede tener una visión clara del rostro de quien lo lleva, y podría ser motivo de preocupación durante los primeros seis meses, cuando las interacciones con las expresiones faciales del cuidador son vitales para el óptimo desarrollo neurológico del cerebro del bebé (tratamos sobre este

tema en el capítulo sobre el desarrollo del bebé y su relación con el porteo). Así, la posición mirando al cuidador podría ser la más conveniente durante los primeros seis meses. A medida en que crezca, el bebé seguirá necesitando frecuentemente la referencia de las expresiones faciales de su cuidador para interpretar situaciones ambiguas, al impedírselo se le puede generar un estrés innecesario, que repetido frecuentemente podría influir en el desarrollo de las capacidades básicas para regular el estrés y afectar a largo plazo la salud física y mental, pero no ve como impedimento llevar al bebé de cara al mundo por períodos cortos, después de los seis meses.

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Conclusiones finales sobre portear hacia adelante el bebé

En última instancia, la decisión de portear hacia adelante a tu bebé mirando hacia adelante o no dependerá de tus preferencias personales, el desarrollo de tu hijo y su comodidad. Es crucial informarse adecuadamente, consultar con profesionales de la salud y observar las señales de tu bebé para tomar la mejor decisión.

Si deseas saber más sobre las desventajas de portear con el bebé mirando hacia adelante puedes visitar otras web como el último koala.

Recuerda que el porteo, en cualquiera de sus formas, puede ser una experiencia maravillosa y beneficiosa tanto para el bebé como para el portador. ¡Disfruta de este vínculo especial y único con tu pequeño!

Consejos y posiciones seguras para tu bebé

En nuestra página web, ofrecemos una amplia variedad de consejos sobre las diferentes posiciones para portear a tu bebé. Desde instrucciones detalladas para portear hacia delante hasta recomendaciones sobre la conveniencia de llevar al bebé mirando hacia el mundo, proporcionamos información basada en estudios y la experiencia de especialistas en el cuidado infantil. Nuestra meta es darte las herramientas necesarias para que puedas decidir de manera informada y segura, garantizando el bienestar y la comodidad tanto para ti como para tu bebé en cada momento del porteo.