Skip to content

A mi bebé no le gusta el porteo: Qué hacer cuando tu bebé no quiere ser porteado

Desde que me convertí en madre, he escuchado maravillas sobre el porteo. Amigos, familiares y hasta desconocidos en el parque alababan los beneficios de llevar a tu bebé cerca de ti en un portabebés. Aumenta el vínculo afectivo, calma al bebé, deja tus manos libres para hacer otras tareas… ¡Parecía la solución perfecta para todo! Pero, sorpresa, a mi bebé no le gusta el porteo. En este artículo, te contaré mi experiencia y te daré algunos consejos que podrían ayudarte si te encuentras en la misma situación.

Indice

¿Por qué el bebé rechaza el porteo?

Vale, tenemos un portabebés ergonómico, el bebé está bien colocado, pero sigue rechazando el porteo. ¿Por qué ocurre esto? Hay varios motivos

A mi bebé no le gusta el porte

Revisar posibles patologías

El primer motivo a revisar es que el bebé no tenga ningún tipo de patología asociada al parto o a la posición en la que estaba en el útero. Hay bebés que, debido a ciertos tipos de parto, como los partos intervenidos con ventosa o fórceps, pueden tener dolor, estar molestos o tener algún tipo de contractura cervical o tensión dural. Bebés con mucho reflujo gastroesofágico también pueden rechazar el porteo, arqueándose hacia atrás. Es importante que un profesional sanitario, como un fisioterapeuta pediátrico, valore y trate al bebé si es necesario.

La calma del adulto

Otro motivo es cómo está el adulto a la hora de colocar al bebé en el portabebés. Es súper importante que el adulto transmita calma. Sobre todo si es mamá, ya que mamá y bebé aún están en esa diada, y el bebé todavía siente que son uno. Es esencial transmitir calma y movimiento. Siempre digo: movimiento, movimiento, movimiento. Los bebés requieren ese movimiento y contacto, lo necesitan como comer o respirar.

Elegir el momento adecuado

Elegir un buen momento para colocar al bebé en el portabebés es crucial. Asegúrate de que estén tranquilos, hayan hecho una toma y estén relajados. Si conoces a tu bebé y sabes que, por ejemplo, está más tranquilo por las mañanas que por las tardes, elige ese momento. Las primeras veces pueden ser estresantes tanto para el adulto como para el bebé, por lo que es vital que ambos estén tranquilos y en un ambiente relajado.

Mi experiencia: A mi bebé no le gusta el porteo

La primera vez que intenté portar a mi bebé, esperaba una experiencia mágica de cercanía y tranquilidad. Pero en lugar de eso, mi pequeño se retorcía, lloraba y parecía odiar cada segundo. Intenté diferentes tipos de portabebés: fulares elásticos, mochilas ergonómicas, mei tais… ¡Nada funcionaba! Estaba desesperada y confundida. ¿No se suponía que a todos los bebés les encantaba ser porteados?

Después de varios intentos fallidos, empecé a investigar y a probar diferentes estrategias. Aquí comparto algunos consejos basados en mi experiencia que podrían ayudarte si tu bebé no quiere ser porteado.

A mi bebé no le gusta el porte

Cómo acostumbrar a tu bebé al portabebés

Lo primero es que es normal que ocurra cuando el bebé, posterior al parto, ha pasado mucho tiempo sin ser contenido físicamente. Por ejemplo, si pasa mucho tiempo en su cuna, no está acostumbrado al contacto piel a piel, o pasa mucho tiempo en una sillita. Si lo llevamos en brazos pero lo dejamos mucho apoyado en otras partes, el bebé se olvida de esta sensación uterina de estar contenido todo el tiempo.

La importancia del porteo desde el primer momento

Esta es la primera razón clave y común por la que un bebé no se acostumbra a un portabebés. En general, cuando las mamás empiezan a usar el portabebés, el bebé tiene tres meses. Si consideramos cuánto tiempo de memoria tiene un bebé desde que está en el útero, empieza a recordar cosas desde los seis meses. De seis a nueve meses son tres meses de recordar ciertas cosas, de tener memoria de esas sensaciones corporales, versus otros tres meses que es el doble de su tiempo de vida sin contención física. Es normal que el bebé se haya acostumbrado a esta sensación de liberación corporal.

Por eso, el porteo se recomienda desde el primer momento. Un bebé que ha sido portado desde un primer momento recuerda y es más fácil que se adapte al porteo.

Cómo solucionar el problema

Para solucionar este problema, es importante reconocer y descartar cualquier patología asociada. Por ejemplo, si nuestro bebé nació con fórceps, podría tener alguna lesión cervical que pudiera hacer que su espalda esté mucho más arqueada o le duela en general la posición fisiológica natural. Es importante descartar ese tipo de lesiones físicas que también podrían afectar al bebé.

Si no hay patologías asociadas, entonces lo que pasa es que hay una falta de acostumbramiento o un olvido de la sensación corporal de la contención.

A mi bebé no le gusta el porte

Pasos para acostumbrar al bebé al portabebés

  1. Condiciones ideales: Asegúrate de que el bebé no tenga hambre, no tenga sueño, y tenga el pañal limpio. Evita usar el portabebés cuando el bebé está cansado o agotado.
  2. Comodidad: Elige un portabebés que sea cómodo para ti y para tu bebé. No uses un fular solo porque es lo mejor para tu bebé si a ti no te acomoda. La comodidad mutua es crucial.
  3. Frecuencia y distracciones: Porta a tu bebé en ocasiones diferentes durante el día, en intervalos pequeños. Sal a dar una vuelta a la manzana para que el bebé vea los árboles, el cielo, los pajaritos, y tenga una estimulación positiva.
  4. Compañía: Sal con una compañía para que te ayude a distraerte y relajarte. La energía positiva se transmite al bebé y lo ayudará a relajarse también.

A mi bebé no le gusta el porteo, entonces: Persistencia y Constancia

Es fundamental ser constante en este proceso. Porta a tu bebé dos o tres veces al día durante dos semanas, incrementando gradualmente el tiempo. Los primeros días pueden ser 10 minutos, luego 15 o 20, y así sucesivamente.

Revisa con una asesora de porteo que estás usando correctamente el portabebés para evitar dolores de espalda. Este esfuerzo especial ayudará a que tu bebé se acostumbre y disfrute del porteo.

La clave es experimentar con diferentes tipos hasta encontrar el que tu bebé prefiera.

Trucos para calmar al bebé

Una vez que elijas el momento y el bebé esté tranquilo, colócalo en el portabebés. Transmítele calma y paz, cantándole y meciéndote suavemente. Muchas veces me comentan que el bebé se inquieta cuando se pone la mochila en estático. Recuerda que, una vez que tengas práctica, lo harás con los ojos cerrados, pero las primeras veces son nuevas para ambos y es normal que surjan inseguridades. Mientras colocas al bebé, muévete.

Qué hacer cuando tu bebé no quiere ser porteado

Movimientos repetitivos

Algunos trucos para calmar al bebé incluyen sentarse en una pelota de pilates y hacer botecitos suaves. También puedes hacer el «paso del astronauta», que consiste en hacer zancadas grandes y rítmicas mientras bajas el cuerpo. Realiza movimientos repetitivos, una mano en la cabeza del bebé y otra en el culete, moviéndote hacia delante y hacia atrás. Cambiar de ambiente también ayuda; si estás en casa, sal al patio o a la terraza.

Tiempo para calmarse

Es importante darle al bebé el tiempo que necesita para calmarse. Es normal que las primeras veces el bebé llore. Si al minuto de ponerlo empieza a llorar, no lo saques de inmediato. Dale tiempo, espera unos cinco o seis minutos. Si después de ese tiempo el bebé sigue llorando mucho, entonces sácalo e inténtalo en otro momento. Normalmente, en tres o cuatro minutos el bebé se calma.

Elige el portabebés adecuado

No todos los portabebés son iguales, y no todos los bebés tienen las mismas preferencias. Aquí algunos tipos de portabebés que podrías probar:

  • Fulares portabebés elásticos: Son suaves y ajustables, ideales para recién nacidos. Sin embargo, algunos bebés prefieren algo más estructurado.
  • Mochilas ergonómicas: Ofrecen un soporte más firme y son fáciles de poner y quitar. A algunos bebés les gusta más esta sensación de seguridad.
  • Mei tais: Una combinación entre fular y mochila, ofrecen un buen soporte y se pueden ajustar fácilmente.
  • Bandoleras de porteo: Son rápidas de poner y quitar, y permiten llevar al bebé en diferentes posiciones.

Asesoría profesional

Si después de leer este artículo tu bebé sigue rechazando el portabebés, sería importante hacer una asesoría de porteo ergonómico para valorar por qué sigue llorando. Si es necesario, derivar a un profesional sanitario como un fisioterapeuta pediátrico para que pueda valorar y tratar al bebé. Puedes buscar también consejos en otra webs como por ejemplo el último koala.

Conclusión: A mi bebé no le gusta el porteo

Lo que tengo clarísimo es que los bebés no rechazan el contacto porque sí. Si hay un rechazo de contacto, hay que valorar el porqué. El contacto es una necesidad básica para los bebés, así como respirar, comer y hacer pipí y caca. Necesitan ese contacto.

Si sigues estos pasos y te mantienes constante, lograrás que tu bebé se acostumbre al portabebés. Esto no solo te permitirá tener las manos libres sino que también fomentará una gran conexión física con tu bebé.

Diversas recomendaciones para portar a tu bebé de manera segura y cómoda

Existen múltiples recomendaciones disponibles sobre cómo llevar a tu bebé de manera segura y cómoda. Desde la elección del portabebés adecuado hasta la postura correcta, estos consejos te guiarán para que el proceso sea beneficioso tanto para ti como para tu bebé. Puedes encontrar información en libros especializados, blogs de maternidad, y foros de padres. Además, muchos profesionales de la salud infantil ofrecen talleres y sesiones informativas sobre el tema.