Existen, en el mundo del porteo del bebé, recomendaciones sobre llevar las piernas por fuera o por dentro del portabebés, especialmente en los bebés muy pequeños que mantienen una posición cerrada.
Quienes favorecen que estén por fuera desde el principio observan que, con las piernas por dentro, no resulta viable controlar la posición de pelvis que marcará la pauta de toda la posición del cuerpo del bebé, y no se puede saber si las piernas están plegadas o apoyadas ni si no se está recargando el peso sobre las piernas del bebé (rodillas, pantorrillas y/o tobillos y pies).

Además, llevar las piernas por fuera sirve para que el bebé pueda empezar a utilizar sus piernas en apoyarse, “agarrarse”, contra quien lo lleva, promoviendo el desarrollo de la fuerza y tono muscular, contribuyendo así al desarrollo de la cabeza, el cuello y la fuerza superior de su torso para participar más adelante en el mundo que le rodea, o acurrucarse si siente demasiada exposición. Y, al tener las piernas liberadas, el reflejo de marcha, que es el reflejo de empujar cuando hay contacto con la planta del pie, queda liberado, no se activa al no haber presión en las plantas del bebé.
Dicho reflejo, en un bebé que ya empieza a moverse mucho, puede ocasionar que el bebé empuje y parezca que quiere salirse del portabebés.
No obstante lo anterior, hay usuarios que optan por llevar las piernas del bebé por dentro del portabebés porque ven que imita la posición fetal que consideran debe mantener. Lo mismo consideran si ven que el bebé permanece con las piernas cerradas, si sube bastante sus rodillas, o si el portabebés es muy ancho.
Recomendación
En caso de llevar las piernas por dentro, es prudente verificar que no haya presión y que la circulación del bebé fluya libremente y prevenir que el mismo peso del bebé no recaiga en sus piernas. Sea cual fuere la posición de las piernas, siempre hay que respetar la ubicación de la pelvis del bebé pegada al cuerpo y la espalda redondeada, de manera que la cabeza no corra el riesgo de ladearse para que el bebé no quede torcido; que las piernas no queden replegadas bajo las nalgas del bebé y cuenten siempre con la suficiente tensión, pero sin exceso de fuerza en los tobillos, en las rodillas y en la cadera, porque esto no es compatible con la tensión correcta de la espalda. Con demasiada tensión y una incorrecta posición de la pelvis, la espalda queda sin posición fisiológica.

En cuanto a si las piernas van por fuera o por dentro, la respuesta será en definitiva la que arroje el resultado de una posición natural de las caderas, la pelvis y columna, que respete la maduración y el desarrollo propio del bebé; la postura deberá no ser forzada y permanecer en “ranita”, contribuyendo a preparar el ambiente para la continuación de un desarrollo físico sin interferencias.
El mismo bebé puede dar las señales. Y nos dirá si está cómodo o no.
Consejos sobre otras posturas de porteo
En nuestra web, encontrarás una guía completa sobre las diferentes posturas para portear a tu bebé. Desde técnicas detalladas para portear hacia delante hasta evaluaciones sobre si es recomendable portear a tu bebé hacia adelante mirando hacia el mundo, ofrecemos consejos basados en investigaciones y experiencias de expertos en el cuidado infantil. Nuestro objetivo es proporcionarte la información necesaria para que puedas tomar decisiones informadas y seguras, asegurando el bienestar y la comodidad tanto para ti como para tu bebé en cada etapa del porteo.

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